By | octubre 28, 2020
La música mediante la IA está en auge

La inteligencia artificial será una parte muy importante en el futuro de la música. Sabemos que la mayoría de los compositores usan algoritmos de Inteligencia Artificial en su música desde hace bastante tiempo notándose, en algunas de ellas, un material 100 por ciento sintético.

Si nos referimos a la sensación de un concierto, se puede señalar que esto es algo más que las canciones. Las personas son sociales y por tal requieren experiencias sociales con otros seres humanos. Además, no notamos cuando empieza lo artificial y donde termina lo tecnológico, por todos los elementos incluidas en la música con IA.

Es importante señalar que, en estos momentos, existen artistas totalmente virtuales. Como ocurre con Hatsune Miku, quien a principios del 2000 se convirtió en la primera artista artificial del mundo. Los aficionados de la tecnología, así como los amantes de actuaciones tridimensionales con un gran sonido envolvente acuden a sus conciertos, ya que Miku no se trata de una cantante real, sino de un holograma.

Igualmente, algunos algoritmos existentes permiten simular el toque de un violinista o un chelista, reproduciéndolos de manera automática. Esto es de mucha utilidad pues deja examinar con Inteligencia Artificial el tiempo real de los estados fisiológicos de los directores de orquesta y de los músicos.

Inteligencia Artificial que ayuda a artistas

Unos investigadores de Georgia Tech Center for Music Technology crearon una prótesis con software de Inteligencia Artificial, y es empleada por artistas profesionales que hayan perdido algún brazo y que aspiran a seguir tocando y creando música.

Se trata de un brazo protésico que contiene la activación de manera controlada por la mente o los músculos, es decir, el brazo robótico es quien hace este trabajo y no la persona.

La conclusión es que la gran cantidad de la música digital y los recursos para realizar análisis por bajo coste, han logrado el auge de nuevos sistemas para producir música. Que nos guste o no, eso ya es otro asunto.